Recitado por Paquita Regalón
Juntos
vimos aquel día,
cuando
la noche llegó,
que el mar en el horizonte,
con la luna se besó.
Las
luces de aquella tarde,
morían en su crisol,
para
que las rosas duerman,
y el
cielo mostro su flor.
En
los confines del cosmos,
un lucero se incendió
iluminando
tu cara,
carita
de mi pasión.
Y
fue esa noche de Junio,
que entregue mi corazón,
¡ni
la noche, ni la luna,
ni el mar me lo arrebató!
Que
fue la luz del lucero,
que en tus ojos prendió.
De
tu mirada de niña,
con cuerpo de bella flor,
yo
fui llenando mis días,
se inundó mi corazón.
Hoy
cuando el tiempo ha pasado,
y miró a mí alrededor,
la
luz que prendió en tus ojos,
todo
un universo creó.
Hay
otros ojos de niños,
hay otros cuerpos en flor,
que
brotaron de tu cuerpo,
de tu fuerza, de tu amor.
Mas
cuando miro tu cara
¡carita de mi pasión!
aun
veo tus ojos de niña,
tu
cuerpo frágil de flor.
Y me siento el caballero,
que entrego
su corazón
para
servir a su dama,
cuando una noche de junio
el
mar en el horizonte,
con la luna se besó.
Antonio Villegas Martín
Del libro Poemario
a la alegría