miércoles, 13 de abril de 2022

CANCIÓN DE PRIMAVERA


Era primeros de abril,

radiante estaba Sevilla,

mimaba el Guadalquivir,

sus naranjos su campiña.


Y era tan clara la luna,

en la noche de Sevilla,

que el amor hacia versos,

engarzando nubecillas.


Los chopos de la alameda,

cuajados de ruiseñores,

competían con sus trinos,

entre saetas y tambores.


¡Yo tenia diecinueve!

y era un soldado artillero,

que rendía su fusil,

al paso del nazareno.


Y tú miraste hacia mí,

con tu cara de chiquilla,

y aunque parecieras niña,

llevabas puesta mantilla.


La procesión se detuvo,

y cantaste una saeta,

desde tus ojos rodaron,

dos perlas, lagrimas sueltas.


Yo solo veía tus ojos,

a la luz de aquella vela, 

cuando un cofrade gritó,

¡vamos, al cielo con ella!


¡Ahora es primeros de abril!

Y también la luna brilla.


Pero solo mi corazón sabe.

que es por la luz de tus ojos

que estoy pensando en Sevilla.

                                                         
Antonio Villegas Martí
n


 


sábado, 2 de abril de 2022

PARA MIGUEL HERNÁNDEZ















 Suena en el viento un clamor,

ecos de amor y pureza,

que pulsan lo más divino,

que hay en el hombre que sueña.


¡Son los versos de Miguel!

Niño yuntero, hombre poeta,

victima de la intolerancia,

el absolutismo y la guerra.


¡Esa parte tan oscura, 

que  todo lo humano acecha!


Toda tu vida una lucha,

toda tu vida una gesta,

hasta tu sangre te negara,

tu derecho de volar,

y de alcanzar una estrella.


¡Pero  a Ti!

Hijo de la luz y de la sombra,

carne de niño yuntero,

te sobraba el corazón.

por amor, solo por amor,

lo diste entero.


Ahora tu alma es azul,

y es tan ligero tu vuelo,

ahora eres golondrina,

claridad anchura aire,

decidido espacio cielo.


Eres conciencia del pueblo,

vuelves a ser corazón.

no puede callarte nadie,

ni hay dios que pueda,

encerrar tu vuelo.


Siempre tus versos martillos,

 verdugos para las cadenas,

que aun quedan niños yunteros,

y mujeres resueltas en luna,

de amor y azúcar  sus senos.


Ya tus heridas se han hecho,

los derramados tinteros,

las bocas estremecidas,

 de rememorar tus versos,

y con tu inaudita voz ,

van  repitiendo te quiero.

                  Antonio Villegas Martin