foto sacada de la red |
Me he asomado a mi ventana y es invierno,
silba el viento y los pájaros no están,
ya no hay risas, ya no hay niños,
ya no hay parques ni columpios,
solo el viento mece
polvo en soledad.
Cuando jóvenes teníamos un sueño,
no supimos hacerlo realidad,
hoy las lagrimas inundan nuestros ojos,
y no hay meta a donde poder llegar.
Nuestra tierra está impregnada por la sangre
de todos los que no pudimos salvar,
no supimos ir más allá de nuestra envidia
donde empieza el sedero para amar,
olvidamos que en la guerra nadie gana
cuando hablamos de lo que un alma necesita para amar.
Ya se fueron los que aun tenían sueños,
sin decirnos ni siquiera donde van,
nada importa la dureza del camino
cuando aun
se tiene un sueño por alcanzar.
¡más allá de las barreras!
¡mas allá de las fronteras!
siempre habrá
una gente, una tierra,
un sendero de palabras,
Antonio Villegas Martin