Cuando lucen las estrellas.
Bajo su manto de hechizo
de inmensidad y belleza.
¡Rinde el guerrero su espada!
¡Blande el poeta sus fuerzas!
Y en mi alma de recuerdos,
conmovida por su fuerza,
crecen ramos de colores
de ternura y de belleza.
Y casi sin darme cuenta
mi mano tu mano aprieta.
Hijos de las luces somos
aunque vayamos a ciegas
por senderos de tinieblas,
¡Lástima que no sepamos
mirar al cielo y verlas!
En las noches de verano,
cuando la luna duerme,
y el viento limpia los cielos
de lágrimas que los mares dejan,
Siempre brillan las estrellas,
para todo aquel que sepa
parar y mirar a verlas.
Su alma brillará al unísono
ya que somos hijos de ellas.
Antonio Villegas Martín
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor:
Deja tu nombre al final del comentario.