Constante bombardeo,
de pedantones.
Políticos
corruptos,
y ladrones.
Banqueros
avarientos,
malhechores.
Amantes de lo ajeno,
usurpadores.
Llenando vuestras
bolsas,
con los dones.
De las gentes
humildes,
sin favores.
Queréis teñir de
negro,
los albores.
De otra gente, de
otro tiempo,
de los jóvenes.
Mas seguro
fracasáis,
en pretensiones.
Pues suyos serán el
tiempo,
y las razones.
Pedantes,soberbios,
y simplones.
Nunca entendereis de
nuestras
ilusiones.
Ni sabréis del
placer que da
el saber.
Que la sonrisa de un
niño vale más,
que todos los
millones.
Antonio Vilegas
Martín
Cierto, bien cierto es cada verso que has dejado reflejado...un placer leerte...besos.
ResponderEliminarNo merecen ningún tipo contemplaciones los que hoy se encargan de teñir de negro el horizonte y destrozar tantas ilusiones... "la sonrisa de un niño vale más,
ResponderEliminarque todos los millones", ¡cuanta verdad, Antonio!
Un saludo
Preciosa Antonio, esta noche he entrado en tu blog y estoy disfrutando leyendo tus poemas, todos me parecen fantásticos. Felicidades por escribir tan bonito
ResponderEliminarPreciosa Antonio, esta noche he entrado en tu blog y estoy disfrutando leyendo tus poemas, todos me parecen fantásticos. Felicidades por escribir tan bonito
ResponderEliminarANGELES, Es una fustrante impotencia ver como los poderosos se permiten de unos a otros destrozar la vida y el medio de los indefensos, con objeto de seguir dominando.
ResponderEliminarEn realidad es frustante pues parecía que tras la segunda guerra mundial la sociedad había aprendido la lección, pero en realidad todo sigue igual o peor.
Eliminar