¿Cuantas vidas entregadas?
¿Cuantos puños levantados?
¿Cuantas lagrimas vertidas?
¿Cuantos claveles segados?
¿Cuantas lagrimas vertidas?
¿Cuantos claveles segados?
Para sembrar los derechos
que hoy quitándonos van.
¡Sudor, pan y dignidad!
sustento de cuerpo y alma,
para romper las cadenas
que a esta tierra nos atan.
Sudor, que al regar nuestras frentes
nos engrandece y engalana
haciendo vibrar nuestros cuerpos
al unisono del cosmos,en el alba.
Pan, de unas espigas sagradas,
con el esfuerzo granadas
y por el sudor regadas,
con humildad inmoladas.
Pan, a fuego purificado,
con jubilo compartido,
y en alegre y sereno
alborozo consumido.
Dignidad, para sentirnos
como frutales el la mañana,
con sus ramas extendidas
aroma y dulzor exhalan,
Disfrutando altivos y erguidos,
de la vida entre sus ramas.
Dignidad, para mirarnos
con alegría a la cara,
¡manos llenas de caricias
que generosas regalan!
¡Y que la pasión inunde
de jubilo nuestras almas!
que hoy quitándonos van.
¡Sudor, pan y dignidad!
sustento de cuerpo y alma,
para romper las cadenas
que a esta tierra nos atan.
Sudor, que al regar nuestras frentes
nos engrandece y engalana
haciendo vibrar nuestros cuerpos
al unisono del cosmos,en el alba.
Pan, de unas espigas sagradas,
con el esfuerzo granadas
y por el sudor regadas,
con humildad inmoladas.
Pan, a fuego purificado,
con jubilo compartido,
y en alegre y sereno
alborozo consumido.
Dignidad, para sentirnos
como frutales el la mañana,
con sus ramas extendidas
aroma y dulzor exhalan,
Disfrutando altivos y erguidos,
de la vida entre sus ramas.
Dignidad, para mirarnos
con alegría a la cara,
¡manos llenas de caricias
que generosas regalan!
¡Y que la pasión inunde
de jubilo nuestras almas!