Para conocer los secretos,
de nuestro corazón,
de nuestro corazón,
mis miradas, mis palabras de amor,
se dirigen hacia ti.
Y mi tristeza,
se diluye a tu lado,
como la brisa disipa,
las brumas en el valle.
Renacen mis deseos,
como el día se ilumina,
tras el paso de la bruma.
Entonces ebrio de amor,
puedo ver el claro azul de tus ojos,
y la dulce ternura
que habita tu corazón.
¿Y no sé como ?¡Pero sé!
que mi amor por ti,
permanecerá para siempre.
Aunque el paso de los años,
que todo lo tiende a borrar,
quieran arrastrar al olvido,
nuestro amor, nuestra verdad.
¡ Yo sé! Que el la memoria del tiempo
el claro azul de tus ojos,
¡Siempre habrá de brillar!
Antonio Villegas Martín
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