Para mi sobrina Tere.
Sentado en la puerta,
de mi alegre casa,
la noche es azul
y miro las estrellas.
sosiego en mi pecho,
quietud y belleza.
¡Ay! alma de poeta,
hoy en horas muertas.
¿Cuánto tiempo hacia?
Que no te parabas,
una noche clara,
para poder verlas.
Prisas y más prisas,
dolores y ausencias,
pueblan nuestros días,
colman nuestras horas.
No nos queda tiempo,
Para la alegría.
Para el sosiego.
Para la belleza.
¿Será que los dioses,
con su inteligencia,
nos ponen a prueba?
¿Queriendo saber,
hasta donde llega
nuestra fortaleza?
¡Sentado en mi puerta!
¡Mirando la noche!
Una estrella cruza
plena de belleza.
Y pido un deseo.
Y en mi corazón,
entre tanta pena,
en la noche azul,
se abre una puerta.
¡Para la esperanza!
¡Para la ilusión!
¡Para la belleza!
Antonio Villegas Martín
10/08/21
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