Para Antonio Villegas
Tus penas quedan sin fuerza,
tu musa es quien las desmarca,
y aún en el peor momento,
ella inunda y salvaguarda.
Corazones enlazados,
un regalo de la nada,
instintivamente felices,
cual el descenso da al agua.
Que si el entorno te oprime,
y el equilibrio te apaga,
la calidez de sus ojos,
lo encienden con la mirada.
Por eso las estaciones.
ni tormentas ni amenazas,
hacen temblar tus pasiones,
y tus poemas las cantas,
Porque el amor en tu vida,
de cadencias no padece ,
Siempre están sus bellos ojos,
para lo que se te ofrece.
Ángeles Martín Millán
Muchísimas gracias Ángeles por este poema tan bonito. ¡Un abrazo infinito!
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