¡Mi alma no es de aquí!
vino de tierra lejana,
tierra reseca de lluvia,
pero con sudor regada.
Tierra de nobles, olivos,
almendros y flor de jara,
más con la gracia de Dios,
tierra de injusticia preñada.
¡La tierra de mis ancestros!
luce y palpita cercana,
en el batir de mi pecho,
a hierro y fuego grabada,
¡Ay tierra de mi niñez!
de mi infancia desolada,
se que nunca he de volver.
a tus pueblos tus besanas.
¡Más siempre vendrás conmigo,
a donde quiera que Yo vaya!
¡Mi alma no es de aquí!
si no de tierra lejana.
Como semilla al viento,
alzó su vuelo alada.
Hoy mis raíces se anclan,
a esta tierra abrazan,
para soñar alboradas.
amaneceres de pan.
De esfuerzo y lucha.
de entrega y trabajo.
Y también, de alegría,
belleza y de agasajo.
¡Esta tierra catalana!
donde te dicen ¡bon día!
y la noche se desangra,
al primer rayo de vida.
Que venciendo las sombras,
abre flores, corazones,
grana y dora espigas,
e ilumina las almas.
Antonio Villegas Martín
Muy bonito!!!
ResponderEliminar