DIENTECILLOS DE LEÓN

Para Manolita García de Nicolás y Enrique su esposo

 

Siente la Tierra el aliento

del más leve de sus hijos,

por mucho que ruja el trueno,

o el sol esconda su brillo.

¡Seguirá el viento elevando,

las flores del dientecillo!

Haciendo de su vilano,

versos leves de cristal,

con lagrimas de rocío.

¡Dientecillos de león!

Del jardín en un rincón.

Corazones de algodón,

aguantando el chaparrón.

Florecillas de cristal,

que aprendisteis a volar,

con aires de temporal,

y un sueño por estrenar.

Aunque el viento os quebró,

aun resiste el corazón,

vuestro verso una canción,

estandartes de emoción.

¡Dientecillos de león!

Aun herido  el corazón.

vuestro brillo no ceso.

Ahora es verso de cristal.

Cometa que hecho a volar.

Luz de sueño, azul de mar.

Antonio Villegas Martín

31/01/25

 

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VERSOS A PILAR BIELSA

¡ Que suerte tuvo aquel junco!

de haber nacido en el rio,

donde el agua cristalina,

mecía su talle fino.

¡ Que suerte tuvo aquel junco!

de ser amigo del lirio,

el que pintaba de sueños,

las riveras del camino.

Que suerte la mariposa,

que va del junquillo al lirio,

mientras contempla sus alas 

en el espejo del rio.

Que suerte la luna llena!

Y aquel lucero dormido,

soñando el canto del agua

oyendo el cri.. cri.. del grillo.

¡Que suerte tuve Pilar!

por haberte conocido,

entre la flor de tu verso

y tu alegre chascarrillo. 

Se nota mañica brava.

Que fuiste hija del rio.

Tus ojos ahora son luz

de aquel remanso dormido.

Antonio Villegas Martín

13/01/25

VERSO LIBRE A MI PUEBLO

                           Canta Paquita Regalón

Para Marta Caverna: En agradecimiento por compartir esta foto tan bonita

Campanitas de la torre.

Cruz del pecho, loma de aire.

Sierra blanca por la nieve,

donde el azul se hace grande.

Y por abajo la umbría,

donde un rio sueña y canta,

los colores y los trinos 

que la primavera guarda.

La Tejera, el Ramizal.

senderos de acequia y flores,

¡Ay! puentecillo colgante.

Molino de Juan Calores.

Tinaillo del terrado.

Borriquillo de mi abuelo.

Caño de la fuente chica,

siempre cantando un deseo. 

Cuestecilla del calvario.

Las eras de Bezuaique.

ermitica de las animas.

y la Virgen,  ¡lo más grande!.

Nombres que guardo de niño,

aunque lejos me hice grande.

Pero el tiempo no borró,

lo que me enseño mi madre.

Florecillas de un cerezo,

que en el haza de mi abuelo,

cuando remite el invierno,

aún van perfumado el aire.

Antonio Villegas Martín

07/01/25