El
día ya va llegando
a
su tarde perfumada,
el
sol dormita entre nubes
con
reflejos de oro y plata.
Las
flores danzan al ritmo
que
el Dios del viento les marca.
¡ Abanicos de colores
y oleadas
de calma!
Y yo, como cada tarde
queriendo enlazar palabras,
que
unidas hagan un puente
para
llegar a tu alma,
Para
llevarte las rosas
que
se abren cada mañana,
en
el rosal que tu amor
dejo
plantado en mi alma.
¡El
sol dormita entre nubes
con
sueños de oro y plata!
¡Las
flores danzan al ritmo
que
el dios del viento les marca!
Y
yo, me miro en tus ojos
y
me acurruco en tu falda.
Antonio Villegas Martín
Antonio Villegas Martín
Dulce, melódico y entrañable poema. Mis felicitaciones, Antonio.
ResponderEliminarUn abrazo
Por fin he podido entrar en tu blog, como siempre, es una delícia leerte. Precioso poema..
ResponderEliminarHola Loli Yo también conseguí entrar el el ricon de los Beltrán Barranquero y es precioso tener una familia tan aficionada a la poesía como la vuestra.
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