miércoles, 13 de abril de 2022

CANCIÓN DE PRIMAVERA


Era primeros de abril,

radiante estaba Sevilla,

mimaba el Guadalquivir,

sus naranjos su campiña.


Y era tan clara la luna,

en la noche de Sevilla,

que el amor hacia versos,

engarzando nubecillas.


Los chopos de la alameda,

cuajados de ruiseñores,

competían con sus trinos,

entre saetas y tambores.


¡Yo tenia diecinueve!

y era un soldado artillero,

que rendía su fusil,

al paso del nazareno.


Y tú miraste hacia mí,

con tu cara de chiquilla,

y aunque parecieras niña,

llevabas puesta mantilla.


La procesión se detuvo,

y cantaste una saeta,

desde tus ojos rodaron,

dos perlas, lagrimas sueltas.


Yo solo veía tus ojos,

a la luz de aquella vela, 

cuando un cofrade gritó,

¡vamos, al cielo con ella!


¡Ahora es primeros de abril!

Y también la luna brilla.


Pero solo mi corazón sabe.

que es por la luz de tus ojos

que estoy pensando en Sevilla.

                                                         
Antonio Villegas Martí
n


 


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