La fuente sonaba.
Con su trenza alegre
a la noche cantaba.
Promesas de vida,
que el agua llevaba,
preñada de luces,
y de madrugadas.
¡Cantaba la fuente...¡
la flor del geranio
al son de la brisa
sencilla bailaba.
Mientras el rocío,
¡En su terciopelo!
Gotas de cristal
dejaba colgadas.
¡La luna en la noche,
preciosa cruzaba!
Su traje de novia
coqueta mostraba.
Silencio en la plaza.
La fuente cantaba.
Promesas de vida,
que el agua soñaba.
La luna y la noche
sus ojos cerraban.
¡Y yo... desvelado
miraba tus labios!
¡la fuente cantaba!
Antonio Villegas Martín
27/05/25
Con su trenza alegre
a la noche cantaba.
Promesas de vida,
que el agua llevaba,
preñada de luces,
y de madrugadas.
¡Cantaba la fuente...¡
la flor del geranio
al son de la brisa
sencilla bailaba.
Mientras el rocío,
¡En su terciopelo!
Gotas de cristal
dejaba colgadas.
¡La luna en la noche,
preciosa cruzaba!
Su traje de novia
coqueta mostraba.
Silencio en la plaza.
La fuente cantaba.
Promesas de vida,
que el agua soñaba.
La luna y la noche
sus ojos cerraban.
¡Y yo... desvelado
miraba tus labios!
¡la fuente cantaba!
Antonio Villegas Martín
27/05/25
Gracias Antonio, precioso poema de esas vivencias de nuestra azarosa vida plena de recuerdos que nadie cambiaría, Tomás Ángel Piñataro que mucho te admira.
ResponderEliminarBonito poema Antonio comentando nuestra azarosa vida plena de recuerdos
ResponderEliminarGracias Tomás Ángel por tus apreciados comentarios
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