La noche muriendo esta,
noche oscura, noche larga,
noche sin astros sin luna,
noche de dolor y rabia.
El sol alumbra mi casa,
con luces de nueva aurora,
donde escondo la amargura
de mi pena fría y sola.
¡Pero me acuerdo de ti!
la tibieza de tus labios
la alegría de tus ojos
las caricias de tus manos.
¡Maldita!¡maldita muerte!
que te arranco de mi lado,
que ha llenado de noche
los rincones de mi espacio.
¿Quien cosechara los besos
que germinen en mis labios?
¿Que ojos buscaran los míos
para verse reflejados?
...El sol alumbra mi casa
y me calientan sus rayos
la luz juega en los cristales
“calidoscopios dorados”.
...¡Pero aun me acuerdo de ti,
la tibieza de tus labios!...
Desde mis ojos cerrados
dos lagrimas han bajado.
La luz desace los sueños
que juntos habiamos soñado.
Antonio Villegas Martín
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