martes, 27 de agosto de 2024

PARA LOS NIÑOS DE GAZA











La luz era para vuestros ojos.

El azul para vuestras manos.

Para vuestro talle la tierra.

Y el amor para vuestros labios.


¡La noche para soñar!

Sueños de amores arcanos,

bajo la lluvia y los astros,

y los besos de unos labios.


El viento cual mensajero, 

de semillas de enamorados,

que fecunden en el pecho,

de los más afortunados.


En un planeta de luz,

azul, de mares pintado,

donde germina la flor,

y un sueño es coronado.

 

Más hay demonios que comen.

Las entrañas de los niños.

La pureza de las almas.

La ternura de los labios.


No saben mirar la vida,

sin un fusil en las manos.

Creen, que todo es tener

más que el vecino de al lado.


¿..No se si algún día sabréis..?


Que hay un mundo de amor, 

por el que fuisteis creados,

ese que vuestros  verdugos

hoy, ya tiene olvidado.


Antonio Villegas Martín

 27/08/24

domingo, 25 de agosto de 2024

PERICO EL BORRICO DE MI ABUELO

 

Cuento de Antonio Villegas.

Con Ilustraciones de Judith Villegas(de nueve años)


¡Acércate aquí Antoñico! Me decía mi abuelo Juan ¡Acércate, hijo mío! Que antes de que se me olvide una historia te quiero contar, que las cosas que no se cuentan en el olvido quedarán, y hay historias en la vida que conviene recordar.

Y una sonrisa alegre iluminaba su dulce cara arrugada.

Mi abuela, siempre exclamaba,

¡¡Haber este hombre, por donde hoy nos saldrá!!

Eran los tiempos del hambre, mucho trabajo y poco pan, recién pasada la guerra, de esos tiempos es la historia que te quiero contar.

(Cuando mi abuelo me contaba historias a la fresca, o frente al calor del hogar lentamente y poco a poco también ha escucharlo se acercaban, todos los que andaban por allá.)

Yo tuve un burro pequeño, un excelente animal se lo compré a unos gitanos por 100 perras gordas y un real, y media cuartilla de vino que nos tomamos, ¡para  aquel trato cerrar!

Un buen precio en unos tiempos en que no sobraba de nada.

Perico era su gracia,   así que le puse de nombre al animal.

Cara dulce y picarona, buena estampa y buen trotar, trabajador como él solo, dos veces su peso y más, era capaz de llevar. Nunca rechazó una carga, ni dio un mordisco, ni una patada, en su grupa cabalgaron chiquillos y mozas de todo el lugar.

Era alegre y juguetón, presumido como el no más todas las burras se pavoneaban, cuando a Perico veían pasar, y me costa que alguna yegua por  él llegó a relinchar.

Con él corrí la solana con ventisca y vendaval y más de una noche pasamos en el monte, bajo el cielo, los dos juntos en soledad. Más que mi burro, fue amigo.

¡Perico noble animal!

En ese punto mi abuelo siempre tenía, una sorpresa guardada que si un puñado de almendras, de avellanas, o cualquier otra cosa, en el bolsillo amagada, y para él, un buen trago de vino para aclarar la garganta y poder continuar.




Pero como antes te dije, Antoñico, eran tiempos de mucho trabajo y poco pan, la comida escaseaba para las personas y mucho más para un animal, solo comían las cuatro hierbas que podían rastrojar. Daba pena ver a Perico piel y huesos nada más,  y me carcomía  el alma  ver tan flaco al animal.


¡Eran las fiestas del pueblo!  Al Santo Cristo de la Luz con ellas querían honrar.

El señor alcalde trajo un circo para entretener al personal. El circo traía un remolque con una jaula detrás y en la jaula dos leones que un domador hacía saltar.





A las cinco de la tarde, voces sonaron en el portal, era Jacinto el pregonero que decía este cantar. 


…Los directores del circo, tienen a bien comunicar, que para dar de comer a los leones necesitan un animal, por el pagarán 100 pesetas esté vivo o en canal….

Y yo, Antoñico, pensé en el Perico, y me fui para el corral le dije lo que pensaba y le acaricie el costillar, el me miro con sus ojos como queriendo aceptar,  se sacudía las moscas dientes y pellejo no había más. Así que se

lo llevaron y yo me fui a descansar, no sin antes despedirme dándole de nuevo unas palmadas.

A las ocho de la mañana, ya pasa la madrugada, oigo que gritan mi nombre desde el fondo del portal. ¡Señor Juan, Señor Juan! 


¿Quién me llama conteste al oírles gritar? ¡Aquí le dejamos el burro, vaya fiera de animal!

Se a comió un león entero, y del otro a dejado la mitad.

Y yo cogí al Perico y me lo lleve al corral, sabía de su baila, de lo que era capaz, le puse un buen cubo de agua para ayudarle a bajar el león y medio que se había zampado no se le fuera a indigestar.  



¡Por eso Antoñico hijo! De esta historia aprenderás, que el hambre es muy mala, y con esta historia se viene a demostrar que da más fuerza, ser noble y tener hambre, que ser presumido y holgazán

                                      

                                                  fin


  Antonio Villegas Martín





   





   

   



  




 

   


sábado, 24 de agosto de 2024

LEYENDA DE LAS ÁNIMAS Y EL PANADERO

 


Las ermitas de las Ánimas.

En las provincias de Granada y Almería concretamente entre la zona de Sierra Nevada y Sierra de Gádor se encuentra las Alpujarras, un conjunto de pequeños pueblos agazapados en las laderas de esas sierras y que durante mucho tiempo han permanecido prácticamente aislados del resto de poblaciones debido a su orografía de muy difícil acceso.

En su mayoría estos pequeños pueblos son de origen muy antiguo pues se conocen asentamientos neolíticos, iberos y romanos, aunque fueron ocupados por los moriscos durante la permanencia de los musulmanes en España. Son como ya he comentado pueblos muy pequeños que han ido adaptando sus costumbres y tradiciones al devenir de los tiempos y al mandato de las diferentes religiones de sus moradores.

Tras la reconquista de Granada por los reyes católicos y el posterior éxodo de muchos de sus habitantes, incluida la cúpula del reino nazarí.

Cuentan que “Boabdil el chico y todo su   sequito” se instalaron en estos pueblos, aunque tuvieron que adaptar su modo de vida y sus costumbres convirtiéndose al catolicismo, en la mayoría de los casos, posteriormente y tras años de conflictos entre religiones estos musulmanes fueron expulsados incluso vendidos como esclavos, otros muchos comenzaron un éxodo forzado hacia África que dejó a la mayoría de estos pequeños pueblos prácticamente sin habitantes. Posteriormente y por mandato de la iglesia y la corona española, estos pueblos fueron repoblados con habitantes de diferentes zonas de España,

Todo esto determino de una manera muy especial la forma de vida, tradiciones y costumbres de esta comarca, dando lugar a una serie de rituales y leyendas que antes se contaban de padres a hijos al amparo de calor del fuego durante las frías y largas noches de invierno, y que aun hoy siguen teniendo su eco en la practica de muchas fiestas que se llevan a término en la mayoría de estos lugares.

Una de estas historias o leyendas es la de las Ánimas Venditas.

Se cuenta que las ánimas venditas, son los espíritus de toda la gente que ha muerto y que por diferentes motivos se encuentran perdidos, no han podido pasar al paraíso por tener alguna causa de arrepentimiento pendiente, se encuentran medrando en el purgatorio purgando y haciendo penitencia para redimir su culpa y ganar así el Cielo.

En todos estos pueblos, en su periferia se encuentra una serie de pequeñas ermitas dedicadas al culto de estas almas, suelen ser lugares pequeños con una pequeña puerta provista de un postigo con reja, por donde se puede ver el interior, siempre hay la imagen de algún santo y donde día y noche permanece encendida la luz de una pequeña palmatoria alimentada por aceite, con el fin de marcar el rumbo de estas almas en pena para que puedan ver la luz. Suelen haber una o dos ermitas de estas, alrededor de cada pueblo.

Son lugares misteriosos que irradia una gran tranquilidad y donde siempre hay un silencio y un ambiente sepulcral, todos los lugareños cuando pasan delante de estas ermitas oran y dejan alguna moneda para contribuir a la compra del aceite que mantiene encendida la luz. Cuando visitas alguna de estas ermitas, o hablas con las gentes de estas zonas, es muy evidente el sentimiento de respeto y cierto temor que estos lugares dejan en todos, incluso en las generaciones actuales, muchas de estas personas adultos y jóvenes afirman haber visto a las Animas y son muchas las historias y relatos que en torno a este fenómeno se cuentan en los pueblos.

En todos los pueblos hay también el Monte del Calvario que suele estar representado por tres cruces de piedra y suelen estar en alguna loma de la periferia de los pueblos y según cuentan todas las leyendas destino de todas las procesiones que cada noche hacen las almas en pena para redimir sus pecados. 


Leyenda de las Ánimas y el panadero.

Cuando yo era un chaval de unos ocho años más o menos, mi abuelo Juan me conto esta historia una tarde fría de invierno al calor de la lumbre del rincón.

(Hacíamos bromas sobre las Ánimas) ¡Y él muy serio me dijo!

¡Nunca te rías de las Ánimas! Pues yo las he visto.

Salen todas las noches cuando dan las doce, van en procesión desde su ermita junto al cementerio hasta el monte del calvario, para rezar por su almas ante la cruz donde  Jesús murió, suelen  ir en fila y no se puede saber exactamente cuantas son, llevan túnicas negras hasta los pies con capucha que no permite que se les pueda ver la cara, son espíritus de gente  del pueblo cumpliendo su penitencia y no quieren que nadie las reconozca, cada una de ellas lleva una antorcha que encendieron en la llama de la ermita  de donde salen y que ilumina su camino para poder volver, si perdieran esta luz vagarían eternamente en el purgatorio.

Si alguna vez las veis nunca debéis de mirarlas, ni interrumpir su paso, solo inclinar vuestras cabezas y dejarlas pasar, son almas en pena que buscan su liberación y solo necesitan el respeto de los demás.

Cuentan de mucho tiempo atrás, que una de esas noches de ventisca, un honrado panadero del pueblo estaba preparando el horno por la noche para hacer el pan del día siguiente, era tan fuerte la ventisca que hasta dentro del mismo obrador  tenía problemas para encender el horno, hasta el punto de que se llegó a quedar sin yesca, eran ya las doce de la noche y el pobre panadero no sabía qué hacer,  si no podía encender el horno todo el pueblo estaría sin pan el día siguiente, solo se le ocurrió salir a la puerta para ver si encontraba alguien que le pudiera ayudar, la ventisca era tan fuerte que prácticamente no podía ver más de un metro de distancia, tan solo se intuía  una hilera de luces que transitaban por la calle, ¡era la procesión de la Ánimas venditas!  Una silueta encapuchada se le acercó y le dijo toma mi antorcha y con ella podrás encender, solo te pido que respetes estas tres cosas que te digo,(no apagues la antorcha, antes del alba me la tienes que devolver, y mañana tendrás que dejar un donativo en la ermita de las animas) El buen panadero asistió con la cabeza diciendo que sí a aquella silueta que le estaba salvando la noche, el encapuchado le volvió a recordar las condiciones recuerda es muy importante que cumplas lo que te he pedido.

El panadero se puso rápidamente a la faena, encendido el horno y como llevaba tanto retraso se puso a trabajar con tanto afán, que perdió la noción de las horas y se olvidó de compromiso que tenía con aquel encapuchado, quedándose dormido del cansancio.

A la mañana siguiente se despertó con los golpes en la puerta de los vecinos que le pedían el pan, entonces pudo ver un hueso de fémur que yacía en el suelo del obrador, algo asustado por la visión de aquel hueso, se acordó de lo que le había prometido al encapuchado la noche anterior y se sintió apesadumbrado, pero reclamado por los vecinos guardo aquel hueso en un arcón y empezó a servir el pan olvidándose de lo ocurrido.

Cuando había terminado la faena quiso salir para llegar hasta su casa y descansar antes de comenzar de nuevo otro día de faena, se acordó de que tenía que dejar una limosna en la ermita pero como andaba tan cansado se dijo ¡mañana ya lo haré! en el portal de su casa vio la silueta de aquel encapuchado que le estaba esperando, cuando se acercó a el no pudo ver nada solo una túnica rígida en pie que parecía congelada quiso cogerla, pero  la silueta se desvaneció. Sin más, se fue a descansar pues no le quedaban fuerzas para más.

Por la noche siguiente cuando estaba trabajando en su obrador, tres fuertes golpes sonaron en la puerta a eso de las doce de la noche, al abrir la puerta el panadero vio la silueta del encapuchado que le decía no has cumplido lo prometido y yo estaré siempre perdido en el purgatorio sufriendo toda la eternidad, cuando el panadero miró bajo la túnica aterrorizado vio su propio rostro consumido, desencajado como alma que en pena vaga por la eternidad.

El alma en pena recogió el fémur que hacia de antorcha desapareciendo en la bruma de la misma forma que había surgido de ella.

En cuanto al panadero, cuentan de él que todos y cada uno de los días de su vida, fue llevando una limosna a la ermita de las animas y que en su obrador siempre ardió una antorcha, durante todas las noches a pesar del frio y de la ventisca hasta que aquel hombre murió.

Hoy ya no existe aquel viejo obrador, fue derruido hace muchos años en su lugar hay una taberna con una farola que ilumina la entrada. Más en las noches de ventisca, al filo de la medianoche, cuando dicen que las animas salen para rezar, el viento arremolina la niebla en la vieja calle del horno junto a la farola, todos los que aquí viven afirman haber visto la silueta de un encapuchado inmóvil, mientras una procesión de antorchas lo saludan haciendo una reverencia al pasar.

Esta historia me la conto mi abuelo hace mucho tiempo, yo por esas cosas del destino ya no vivo allí, todas las veces que he vuelto a mi pueblo la he recordado, y he mirado la niebla arremolinándose en la calle del viejo horno, al filo de la madia noche y aunque nunca he visto la silueta de aquel hombre en ella, más que pesar que esta historia no sea real, prefiero creer que aquella alma en pena ha conseguido liberarse de su cadena y ahora mora en algún sitio en paz. Pues lo que, si he visto, son luces paseando en las noches por las calles de mi pueblo ¡no sé muy bien si eran antorchas de las animas! o las lágrimas de mis ojos desbordados de emoción al recordar. 

                                       Antonio Villegas Martín                                                                      

                                                    25/04/20









 

   


 

 


domingo, 18 de agosto de 2024

HOY SOY EL MÁS VIEJO

Boabab en flor clínica Dexeus
 

Yo era el más sabio,

también el más bello,

brillante y resuelto,

soñador, poeta preciado.


Tenia  algún complejo

cuando era más joven,

gracias a mi abuelo

hoy, ya los superé.


Escribí mil versos 

que casi nadie leía,

más no me importaba,

eran, de mi corazón latir.


Contaba las cosas

que siempre soñé.

Historias de vida 

de flores preciosas.


Del mar y de cielo,

y alguna otra pena,

que eran de otro

 o me la invente.


¡Hoy, Yo soy el abuelo!

¡ya no sueño tanto!

esta jodida vida

bien sabe el por que.


¡La jodida vida!

que nos da y nos quita,

quizás algún día

sepamos por que.


¿Por qué tantas penas?

 que no merecemos

sin sentido alguno,

¿porqué este cáliz a de ser para ti?


¡Mi querida hija!

Hoy Yo, soy el abuelo, 

no tengo respuestas,

no se los porqués.


¡No se que decirte!


Más toma mi mano

siempre estaré aquí,

por mucho que sea 

esta noche oscura.


Nunca estarás sola,

mientras sale el sol,

cógete a nosotros

vamos junto a ti.


Antonio Villegas Martín

03/07/24

POR LOS SENDEROS DEL AMOR


 Amor.
El amor surge y muere, en un momento,
ajeno a nuestra voluntad.
Porqué el amor cuando nace, anula toda voluntad.
Y ya, solo puedes ser su siervo,
Inmensamente feliz de servirlo,
pero siempre siervo.

Una madrugada desperté
Y mi amor, ¡nuestro amor!
Estaba llorando, aterido,
Perdido,  cubierto de niebla.

Desgarrados, confundidos,
por su llanto,
corrimos para buscarlo,
pero nuestros caminos,
ya no eran los caminos  del amor.

Desolados, a gritos, lo llamábamos,
pero nuestra voz, nuestras palabras,
no eran el idioma, ni la voz del amor.

En la niebla,  obstinados por nuestras razones,
nuestros pensamientos, no encontremos nada.
¡Solo se oía el triste sollozo de nuestro amor!

Nos mirábamos pero nuestras miradas no se encontraron.
Al volver, confundimos los caminos  nos perdimos.
Y fuimos a soledades distintas.

Solo después de la soledad, del frío, del tiempo.
¡Al mirarnos de nuevo!
Nuestros ojos se encontraron en una
mirada eterna y perpetua, y fue así entonces,
Que pudimos  ver, que en aquel haz de luz
entregado, incondicional de nuestra  mirada,
era donde moraba el amor.

Antonio Villegas Martín
20/09/23 

viernes, 16 de agosto de 2024

El TREN DE MONTAÑA

Relato corto




El pequeño tren turístico,  serpeaba lento por las montañas, descubriendo en cada curva nueva, un paisaje más espectacular que en la anterior. El color azul intenso del cielo, y el verde inusitado de prados y arboledas, contrastaban  con el blanco de las nubes que moteaban el cielo, ¡Sencillamente, era, un paisaje de sueño!

Los niños, puestos de rodillas sobre las banquetas de tren, miraban por las ventanillas: Vacas, Ovejas, Caballos, Cabras, y todo tipo de fauna que pastoreaba o volaba por aquellos prados.

Nosotros, ocupábamos dos zonas de asientos del vagón, el resto  otras parejas, con niños también, que a igual que  nosotros querían disfrutar de aquella estimulante excursión.

Yo permanecía sentado en uno de los asientos pegados al pasillo, permitiendo así, que los niños pudiesen  mirar por las ventanas.

De repente el tren hizo un frenazo brusco, y una de las mochilas que estaban colocadas frente a mi, en el pescante superior, cayo, Yo instintivamente di un salto cogiéndola al vuelo, al mismo tiempo, note que unas manos se aferraban por detrás a mi cintura, al girarme unos ojos vivos pero a la vez serenos me miraban, fue apenas un segundo, luego una risa alegre, casi una carcajada. ¡Menuda tortilla íbamos a liar!  ¡dijo!

Era la mujer de una de las parejas que al igual que nosotros hacían la excursión. 

Su marido se acerco de seguida, cogiendo la mochila para volverla al pescante " perdona me dijo los niños la pusieron mal" ¿estáis bien? si.. si.. le conteste no ha pasado nada... Carmen mi pareja también me miro diciendo lo mismo, yo le conteste levantando el pulgar.

El tren, reanudo la marcha de seguida, pues al parecer una oveja estaba en la vía, y ese fue el motivo de la parada ligeramente brusca. El resto del trayecto, transcurrió presidido por la belleza y la singularidad de aquel paisaje, aunque a mí me quedo en la mente aquel segundo de su mirada.

Casi aviamos llegado a la parada final, para apearse del tren, ellos, se levantaron primero, yo esperaba sentado, que el pasillo quedara despejado, mientras, miraba la puerta de salida del vagón, entonces ella antes de bajar levanto  sus ojos buscándome, y nuestras miradas se cruzaron de nuevo, quedando selladas por una sonrisa. 

Mas tarde en el campin tras la cena Carmen me dio un beso mientras decía. ¡ Que día tan bonito! ¿verdad? sí.. le conteste Yo...

Luego... A solas, revise todas las fotos de mi cámara, por si por casualidad, en alguna salía ella. 


Antonio Villegas Martin,

16/08/24    

 

domingo, 11 de agosto de 2024

CUANDO VUELVA LA LUZ

Para Meri

Lo mismo que regresa,

la luz a mis cristales.

Al almendro la rosa.

La lluvia a sus caudales.


Como disipa el viento,

la bruma en humedales,

con la ayuda, el canto,

y la luz de los mares.


Como vuelve la vida, 

a llenar de belleza,

el rincón mas humilde

los inmensos lugares.


¡Volverá la alegría!

 A tus ojos cristales.

Por los lindos senderos

de tus labios rosales.


¡Mostraras tu alegría!


Como muestra el cielo.

el azul de un locero,

y la luna de blanco

ese encanto sereno.


¡Cuándo vuelva la luz,

A tu rostro mi cielo!



Antonio Villegas Martín

05/08/24





lunes, 5 de agosto de 2024

HOJAS QUE VUELAN

Hojas que vuelan.

🍁🍂🍃

Ya vendimiamos las uvas.
Ya  cosechamos los higos.
Ahora madura en el huerto,
y se perfuma el membrillo.

Con las caricias del viento,
y el arrullo de  los grillos.
Mece las hojas el otoño,
de los árboles dormidos.

Sueñan mi labios con ser,
de los tuyos el destino,
y en ese beso fundirnos,
de ternura y de cariño.

Que no hay sabor mas divino,
por sencillo, por querido,
que el de ser correspondido,
con un beso de cariño.

¡En este otoño temido!
Mientras madura en el huerto,
y se perfuma el membrillo. 🕊️🕊️

Antonio Villegas Martín.

03/06/23

LUNA

foto sacada de la red sin animo de lucro

Este amor que ha surgido

al filo de una mirada,

luce cuál noche estrellada

para iluminar tu nido. 

¡Más no se dará por vencido!

Hasta decirte un te quiero

que quiere ser el primero

beso, caricia, mirada

que muerda tú boca alada

antes de que te hayas ido.


Antonio Villegas Martín

27/07/24

SI SIENTES UNA CARICIA

foto sacada de la red sin animo de lucro

 

Si sientes una caricia, 

en la levedad del viento,

es que estoy pensando en ti

en otro extremo del tiempo.

Mientras que cae la lluvia
mis labios destilan besos 💋

Antonio Villegas Martín 

jueves, 1 de agosto de 2024

CUANDO SALGA LA LUNA

No te dejaran vivir  como quieres, ni soñando.

vivirás amortajando, tu verdadero sentir.

Y un día habrá de venir, en que al mirarte al espejo,

no encontraras ni un reflejo de tu primer ideal:

Perla sobre el lagrimal,  de tu corazón ya viejo.

Ramón García


Cuando salga la luna

redonda y blanca,

cuando llegue la luna 

frente a mi charca.


Por senderos de olivos 

paz y  retama,

con la luz de la luna 

¡vente a mi cama!


Porque llora el jazmín

de mi ventana,

y en la noche las nubes 

quieren taparla.


Anda suelta la fiera 

que el hombre guarda,

despiadada de formas

y de artimañas.


Hay mil gritos de horror

que al cielo se alzan,

de inocentes criaturas

que en la noche se abrazan.


Cuando salga la luna

serena y clara,

ella sabrá el secreto

que guarda el alma.


Cuando salga la luna 

vente a mi casa,

guardo tarta de besos

y agua de escarcha.


Antonio Villegas Martín

01/08/24